La senda (2012)

     Titulo Original: La Senda
     Año: 2012
     Pais: España
     Director: Miguel Ángel Toledo
     Guión: M.Angel Toledo, J.Carlos Fresnadillo
     Género: Thriller, Terror
     Reparto: 
     Gustavo Salmerón (Raúl)
     Irene Visedo (Ana)
     Ricardo Trenor (Nico)
     Ariel Castro (Samuel)
     Joan Prades (Don Carlos)






Sinopsis

En un intento por salvar su matrimonio, Raúl decide pasar las Navidades con su familia en una cabaña aislada en medio de la nieve. Durante la Nochebuena todo parece marchar bien, pero, de repente, la situación da un giro tan inesperado que la vida de sus familiares se convierte en un infierno. De este modo, las placenteras vacaciones se convertirán para Raúl en una amarga experiencia que lo obliga a evocar sus más oscuros recuerdos y a enfrentarse a la realidad de sus propios actos. (Filmaffinity)

¡¡ATENCIÓN!!

Si NO has visto la película, te aconsejo que no leas lo que viene a continuación

Spoileando, que es gerundio

Ya en su día nos lo demostró Jack Torrance en “El Resplandor”, que si tu vida está últimamente un tanto complicadilla, tu relación con la pareja no anda muy fina y padeces de ansiedad, lo peor de todo es intentar relajarse en un refugio en tierra de nadie con tu familia y la fría soledad de la nieve, pero sobre todo, y lo más importarte, que si eres fumador, no intentar dejarlo en semejante lugar. Para relajarse, el solecito, el calor y la luz. El frio es para buscar intimidad y el calor de tu acompañante, no para solucionar problemas. Miguel Angel Toledo, con la ayuda de Juan Carlos Fresnadillo, nos ofrecen una cinta de desesperación y locura, un intento de “El Replandor” a la española pero con menos fortuna, pues rápidamente queda claro por dónde van a ir los derroteros, sin sorpresas ni vueltas de tuerca. Les salva el gran trabajo realizado en la puesta en escena, aunque el guión flojea bastante. Actores correctos pero que no sobresalen a la expectativa del género, no te sumergen ni en su locura y en la desesperación, simplemente actúan de una forma lejana, sin importarte mucho lo que les pueda suceder. Con esto no quiero decir que la cinta sea mala, ni mucho menos, pero pesa demasiado su influencia al filme de Kubrick, que roza la perfección. Una película para pasar un buen rato, y sobre todo, para disfrutar del calorcito de las mantas mientras ves esos gélidos paisajes.